Rompiendo estigmas
Tips de salud mental
“Ponéle voluntad”: por qué esa frase no ayuda a quien atraviesa depresión
2 abr 2025
Por qué la depresión no se cura “poniéndole voluntad”
Y cómo empezar a pedir ayuda aunque no sepas por dónde
“Ponéle onda”, “salí a caminar”, “hacé algo que te guste”
Frases como estas se dicen con buena intención. Pero muchas veces, lejos de ayudar, generan más culpa.
Porque cuando alguien está atravesando una depresión, estas sugerencias suenan tan simples… que duelen.
Duelen porque hacen sentir que el problema es uno. Que si no mejora, es porque no se esfuerza lo suficiente.
Pero la verdad es otra.
La depresión no se cura con fuerza de voluntad. Y no, no siempre se trata de “ponerle ganas”.
¿Qué es la depresión?
La depresión no es una emoción, es una condición clínica.
No es lo mismo que estar triste, desmotivado o frustrado por algo puntual. La depresión puede durar semanas, meses o más. Y afecta tanto al cuerpo como a la mente.
Algunos síntomas comunes son:
Fatiga constante, incluso al despertar
Sentimientos de inutilidad, culpa o vacío
Pérdida de interés en actividades que antes generaban placer
Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
Alteraciones en el sueño o el apetito
Pensamientos de desesperanza o de que la vida no tiene sentido
Y lo más importante: no todos los síntomas son visibles desde afuera.
“Desde afuera parece que está bien”
Es muy común que las personas con depresión sigan funcionando: trabajan, estudian, salen.
Pero eso no significa que estén bien. Muchas veces, el esfuerzo por mantener una apariencia “normal” desgasta todavía más.
Eso se llama depresión de alto funcionamiento. Y puede ser difícil de detectar, incluso por quienes la sufren.
Por eso, juzgar a alguien por lo que vemos desde fuera es injusto. No sabemos la lucha interna que está atravesando.
¿Por qué no alcanza con “ponerle voluntad”?
Porque la depresión no es una elección.
Nadie se deprime porque quiere. No es una cuestión de actitud, ni de falta de gratitud, ni de flojera. Es un desequilibrio emocional, biológico, cognitivo y muchas veces social.
Es como pedirle a una persona con una pierna fracturada que corra. O a alguien con fiebre que “le ponga ganas y se le va”.
La voluntad es importante, sí. Pero no puede ser la única herramienta.
Necesitamos red, apoyo, contención y, muchas veces, acompañamiento profesional.
¿Por qué cuesta tanto pedir ayuda?
Pedir ayuda puede ser incómodo, sobre todo si crecimos en contextos donde mostrarse vulnerable era sinónimo de debilidad.
Sumale a eso el miedo a ser juzgado, la vergüenza, o la propia confusión sobre lo que uno está sintiendo… y es lógico que muchas personas tarden en buscar apoyo.
Pero pedir ayuda no es un signo de debilidad.
Es un acto de coraje. Es el primer paso para salir del aislamiento y empezar a construir un camino distinto.
¿Por dónde empiezo?
No hace falta que tengas todo claro.
No tenés que saber qué tipo de terapia necesitás, ni cómo explicarlo perfecto.
Podés empezar simplemente diciendo:
"No me estoy sintiendo bien. Siento que necesito hablar con alguien."
En Harmony te acompañamos en ese primer paso.
Tenemos un test gratuito que te ayuda a identificar qué tipo de enfoque terapéutico podría servirte más, según tu personalidad, tus necesidades y lo que estás atravesando.
Y si preferís que te guiemos directamente, podés completar un formulario corto y nuestro equipo te recomienda terapeutas que se adapten a tu estilo y tu momento.
👉 Quiero empezar terapia en Harmony
No estás solo. Y no tenés que atravesarlo solo.
La salud mental no se resuelve con frases hechas.
Se cuida con espacios de escucha, con acompañamiento real, con herramientas que te ayuden a estar mejor sin exigirte lo imposible.
Y eso no se logra solo con voluntad.
Se logra con vínculo, con guía, con empatía.
Y con el permiso interno de decir: “Hoy no puedo solo. Y está bien pedir ayuda.”